En el episodio 154 de TDK 90s, seguimos escuchando los discos editados en junio de 1993. Suena Jamiroquai sorprendiendo a todos en inglaterra con un disco funky y bailable, Collective Soul sorprendiendo a todos en Estados Unidos con un tema que empezaba a mostrar qué venía detrás del grunge, y OMD siendo los virreyes del synthpop en la nueva década.
Jamiroquai – Emergency On Planet Earth
Una de las apariciones más únicas de 1993, en particular de la escena británica, sin dudas fue Jamiroquai. Mientras el shoegaze retrocedía como soundtrack británico a la vez que crecía cada vez más el pop con raíces chauvinistas conocido como el brit pop, Jamiroquai no pertenecía a ninguno de estos espacios, como tampoco a la escena electrónica. Jai Kay, el creador del grupo, comenzó a mandarle demos a las compañías discográficas desde que compuso su primera canción, When You Gonna Learn, inspirado en las protestas de las tribus indígenas norteamericanas. Y ese carácter inverosímil de un pibe inglés haciendo una canción bailable sobre tribus norteamericanas terminó de sellar su trampolín a la fama. Pero nada de esto tendría sentido si no fuera porque la canción y gran parte del disco debut de Jamiroquai, Emergency On Planet Earth, era absolutamente irresistible una vez que sonaba en la pista de baile. Ritmo funky, detalles disco, coqueteos con el rock y letras para poder cantar y hacer una protesta social a la vez, el álbum tenía todos los elementos para triunfar en un momento en que causa y baile raramente se tocaban.
Collective Soul – Hints Allegations And Things Left Unsaid
El inesperado éxito de Nirvana a principios de los 90s, cambió el paradigma de cuáles eran las bandas apetecibles para las grandes discográficas multinacionales. Ahora la legitimidad, la independencia, cierta actitud anti-sistema y la agresividad musical se volvieron valores que las compañías buscaban. Pero una vez agotada la cantera del grunge, comenzaron a tener oportunidades bandas que también eran de rock pero con una actitud digamosle un poco más positiva ante la vida. Así se encontraron los Collective Soul con su primer contrato discográfico. La banda que al principio era sólo el cantante y compositor Ed Roland, había grabado un disco en versión demo, llamado Hints Allegations And Things Left Unsaid, que fue publicado por un sello muy chiquito de la ciudad de Atlanta. Y una radio universitaria empezó a pasar muy seguido la canción Shine, del disco. Y la gente la pedía todo el tiempo y la radio empezó a organizar recitales donde tocaban los Collective Soul, que cada vez llevaban más gente. Hasta que los encuentra un cazatalentos de Atlantic Records, una de las grandes disqueras y los firma para el sello. La banda quería aprovechar para regrabar el disco debut, que en su versión original ni siquiera tenía a los miembros de la banda tocando los instrumentos. Pero el sello les dice “no hay que perder impulso, meterse a grabarlo de nuevo puede llevarles 4 meses y necesitamos actuar ya, mejor lo reeditamos así como está y ustedes se meten a grabar ya su próximo disco”. Y los convencieron, y fue un éxito total. Los chicos se conformaban con vender 20.000 copias y terminaron vendiendo más de 2 millones y arrancando una carrera llena de hits durante el resto de los 90s.
Orchestral Manoeuvres In The Dark – Liberator
En junio de 1993 se editó el noveno disco de una de las bandas más longevas e influyentes del synthpop británico, los OMD, Orchestral Manoeuvres In The Dark. Para esta altura la banda ya era un proyecto personal de Andy McCluskey, porque su compañero y cofundador Paul Humphreys se había ido del grupo en el 89. Y Andy deja fluir todas sus influencias en este disco llamado Liberator. Y una de sus mayores influencias eran los aviones de la Segunda Guerra Mundial, un tema que lo apasionaba y por eso le puso justamente Liberator por el avión bombardero norteamericano. El nombre completo del avión era B-24 Liberator, un B-24 directamente relacionado con otro bombardero, el B-52 que le dio nombre a los B-52s.
Musicalmente, Liberator no es una gran apuesta experimental ni demasiado jugada, ni tiene hits a la altura de sus 18 singles que rankearon durante los 80s. Sin Humphreys que era el cerebro musical, McCluskey intenta volcar algo de lo que aprendió en todos esos años de relacionarse con sintetizadores, pero no logra sacarle sonidos originales. Algo que, hay que decirlo, a excepción de Depeche Mode, casi ninguna banda con herencia ochentera estaba logrando.
The House Of Love – Audience With The Mind
El cuarto disco de The House Of Love, editado en junio de 1993 fue la última patada de una banda que llegó tarde al post-punk, llegó tarde al pop guitarrero de los Smiths, la agarró el grunge en el medio y no se sumó a la ola del brit pop. Aún así, hasta su último disco, creado en medio de la destrucción de la banda, sigue siendo una maravilla de pop británico guitarrero. El disco se llamó Audience With The Mind, y fue grabado a principios de aquel 1993 que los encontraba todavía con muchas energías, tantas que lo grabaron en tiempo record, dos semanas. Y hasta planeaban entrar a grabar su siguiente disco a fin de año. Pero al regreso de una gira en Francia, el baterista Pete Evans anuncia que se retira de la música, los números de venta del disco estaban siendo los más bajos de la carrera y todo pintaba mal. Así que se juntan los dos miembros que quedaban de la formación original y deciden ponerle fin a The House Of Love.
Half Japanese – Fire In The Sky
En el año 1993, los de Half Japanese, banda post-punk liderada por los hermanos Jad y David Fair editó su octavo disco titulado “Fire In the Sky”. Este álbum fue el que los hizo conocidos como leyendas del indie rock y emblemas del házlo tú mismo en una época en la que internet no facilitaba acceder a todo de forma casi inmediata y había que esperar a que las revistas especializadas y las emisoras de radio más atrevidas difundiesen nuevos artistas. Half Japanese fue una banda peculiar: tenían sus propias ideas sobre conceptos básicos de la música como acordes, melodía y ritmo. Sonaban lo-fi pero el lo-fi era entendido como un concepto que estaba bien.
Es sabido que tuvieron una notable influencia en bandas como Nirvana -Kurt Cobain se identificó como fan de Half Japanese-, Sonic Youth, Teenage Fanclub, Yo la Tengo y Sebadoh. Y en 1993 tuvieron llegada a un público incluso más amplio porque Cobain los invitó a participar de la gira del In Utero por la costa este. Además, ese mismo año, salió una peli documental sobre la banda titulada como uno de sus discos: The band that would be king. El director del docu, Jeff Feuerzeig, fue autor también del docu que salió años después sobre Daniel Johnston.
Suicidal Tendencies – Still Cyco After All These Years
Still Cyco After All These Years es el séptimo álbum de estudio de los Suicidal Tendencies. Fue lanzado en junio del año 1993 y si bien está conformado por regrabaciones de temas viejos -como “War inside My Head”, “A Little Every Day” o “Join the army”, no se lo etiqueta usualmente como un compilado sino como un disco de estudio con toda su entidad. Parece ser que Mike Muir estaba enojado con Frontier Records, el sello independiente que les editó el disco debut de 1983, y decidió entonces aprovechar las Lights…Camera…Revolution! Sessions para regrabar un par de temas de ese disco. Para algunos fans, mejores versiones, para otros están buenas pero pierden la frescura de la original. Mitos si los habrá.
Y a pesar de la constante reorganización de los miembros de la banda, Mike Muir siempre se encargó de rodearse de músicos que aporten calidad y personalidad a la banda. Y las letras de Muir abarcan con inteligencia, humor, desparpajo y sinceridad temas como la política, la sociedad y cómo afecta al ser humano, la alienación del individuo frente a las masas, las enfermedades mentales.
Paul Westerberg – 14 Songs
Después de los Replacements, Paul Westerberg enfiló su carrera solista. Para 1993, ya llevaba unos cuantos años alejado de la velocidad y los arranques punk de la primera etapa de los Replacements y en 14 songs da cuenta de esa desaceleración. En un punto, este disco se presenta como continuación del All shock down y en parte esto se debe a la participación de Matt Wallace en la producción. Así que los fans no esperaban muchas sorpresas -o muchos sobresaltos- y ya desde la primera de las 14 canciones que hacen al álbum quedan bastante claras las intenciones. “Knocking on mine” es un tema arquetípico, con un riff sencillo, rockero y cargado de ironía.
Otros temas como “First glimmer” y “World class fad” nos abren la puerta a uno de los mejores autores de canciones de su generación. También con una fórmula sencilla y estribillos coreables, Paul Westerberg arma hitazos, eso sí su relación con el éxito hubiese sido más armónica, pero sabemos que no era algo que realmente le interesara como objetivo. Aún así, sonó con insistencia en las radios universitarias de Estados Unidos y entró incluso en la lista Billboard.
“Runaway wind”, “Even here we are” muestran también la sensibilidad de Westerberg, esa que ha tocado a otros músicos que fueron en definitiva sus principales fans.
Royal Trux – Cats And Dogs
Una de las bandas de rock experimental más respetadas y exitosas de los 90s fueron los Royal Trux. En 1993 editaban su cuarto disco, Cats And Dogs en el mitológico sello Drag City, hogar de la realeza del movimiento lo-fi norteamericano. Y aquí es donde se empieza a ver que los Royal Trux podían ser algo más que un torbellino de distorsión, que sus canciones empezaban a ganar estructura y podían llegar más lejos que el resto de sus colegas. Cats And Dogs tiene elementos del punk, el noise, el metal y hasta el jazz, todo con un estilo tan natural como carismático, esta es gente rara que puede ser tu amiga.
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